viernes, 23 de marzo de 2012

Casco para suicidios limpios [Actualizado]

Suicidarse sin una planificación previa es un acto irresponsable y egoísta; hay que pensar en los que se quedan aquí, los que tienen que despegar los sesos de la pared susurrando el magnánimo "con lo bueno que era". No era bueno: te hace limpiar sus restos, y la sangre es difícil de quitar, por no hablar de un diente bien clavado en la pared, que requiere de tenazas y mucho ánimo. Las orejas dan menos trabajo porque no se suelen adherir, pero, eso sí, dan repelús del malo (la definición de este término está todavía en entredicho; gt7h1 os ampliará los detalles).

El casco para suicidios limpios de Sebastian Erraruriz consigue que todo el estropicio quede concentrado en un solo lugar: el casco. La limpieza de la cabeza se limita a decidir si va en el contenedor de plásticos o de orgánicos (en el de papel no, a no ser que el suicida fuera un amante del origami). Eso es pensar en los demás. Eso es ser solidario, claro que sí.

[Actualizado]
Juan Fernandez nos comenta que estamos ante un plagio de una idea suya de hace 10 años. La verdad es que parece tener toda la razón, así que aquí publicamos lo que apuntó en Adequacy.org en aquellas fechas.

"If you wear a helmet your brains won't spread all around so you won't need to hide in a cave or anything to blow them up. Just make sure to get one of those stickers saying "In the event of an accident please do not remove my helmet".

Muy interesante su apunte sobre lo necesario de poner en el casco una de esas etiquetas con el mensaje "En caso de accidente no me quiten el casco"

Visto en Who killed Bambi?

   

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